Acceso a rutas de senderismo escénicas, oportunidades de relajación en el jardín, decoración única de las habitaciones

La distancia al centro es engañosa y realmente afecta los planes!!! La falta de restaurante limita las opciones y los precios no justifican la ubicación tan alejada.

Todo bien, pero el jacuzzi olía mal.

Las habitaciones son oscuras y la atención es extraordinaria con un trato familiar.

magnífica atención, habitación cómoda, habitación oscura.

Si viajas con perro, pide una habitación con buena aislación y verifica las opciones de desayuno antes de llegar.

La habitación tenía un suelo radiante que es una maravilla al andar descalzo. La decoración era atractiva y contaba con un jacuzzi privado, aunque la experiencia se vio un poco opacada por un mal olor al encenderlo.

El desayuno era escaso, ideal solo para quienes no buscan mucho variedad. La limpieza dejaba que desear, con detalles como la falta de papel higiénico y hormigas en el ambiente. La distancia al centro es malinterpretada en la información, es más de media hora caminando, lo cual afecta la conveniencia del lugar para explorar.

recomiendo este hotel, es total for una escapada de fin de semana,

Encantadora habitación, agradable ubicación, donde disfruté de una experiencia muy acogedora gracias al jacuzzi privado y el trato excepcional de la propietaria, que impresiona al ofrecer magdalenas caseras a la llegada.

No había nada que no me gustara.

La habitación era espaciosa y muy bien decorada, con un jacuzzi amplio que hacía nuestra estancia más especial. Sin embargo, el desayuno no fue lo que esperábamos. en vez de disfrutar de una comida en el comedor, tuvimos que hacerlo en el jardín. Además, notamos algunos detalles de limpieza que podrían mejorar.

La Hospedería Ballesteros es un remanso de paz donde el trato personalizado hace que te sientas en casa. Las habitaciones están adecuadamente decoradas y cuentan con frigorífico, lo que resulta útil. Aunque el desayuno puede ser mejorable, la atención de Fátima y la posibilidad de estar cerca de Cuenca son aspectos destacables.

el lugar es un remanso de paz, ideal para desconectar. desafortunadamente, no había opciones de restaurante.

Fue una elección fiable para una pequeña escapada en Cuenca con una excelente relación calidad-precio. La comida casera fue reconfortante y deliciosa, realmente le da un toque especial al lugar. No olvides preguntar por recomendaciones locales para explorar la zona, hay mucho que descubrir.

no dudaría en volver

La habitación era super acogedora, con jacuzzi amplio y cama comodísima. Tenía cafetera, nevera y un ambiente tranquilo. El lugar estaba decorado con un estilo árabe muy bonito. El trato de Fátima fue excepcional y la atención siempre fue personalizada. El jardín era otro encanto para relajarse.

La habitación con jacuzzi era muy acogedora y estaba decorada con mucho gusto. El ambiente era tranquilo y el acceso al jardín para café fue genial, perfecto para relajarse. Fatima nos atendió de maravilla, incluso nos sorprendió con unos detalles que nos hicieron sentir como en casa. Sin embargo, el desayuno no estuvo a la altura y el jacuzzi podría mejorar con una mejor limpieza.

La Hospedería Ballesteros es un lugar muy tranquilo, ideal para descansar después de un día de trabajo. La habitación estaba decorada con gusto y contaba con un pequeño frigorífico para almacenar bebidas y aperitivos. La proximidad a Cuenca, a solo 20 minutos en coche, facilita el acceso a la ciudad y sus atractivos turísticos. Además, Fatima es muy accesible y siempre está dispuesta a ayudar.

No tuvimos tiempo de explorar las rutas de senderismo cercanas.

Tuvimos una maravillosa estancia en hospedaría ballesteros. La habitación era preciosa, con una chimenea que creaba un ambiente acogedor. Además, el jacuzzi fue un gran complemento para relajarnos. La atención de Fátima y su hija fue excepcional, haciendo que nuestra experiencia fuera aún mejor. Muy cercano para explorar en coche la zona.

lo recomiendo encarecidamente